Tras semanas sin encontrar un hueco para hacer una escapada y con varias localizaciones en mente, este tenía que ser un día productivo y aprovechado, ya que con las habituales obligaciones familiares, contadas son las ocasiones en que se puede hacer una exploración provechosa.
Aparte están las incomodidades que supone hacer las salidas en plan "familiar" (o sea con la niña), en este caso supuso tener que hacer la incursión por turnos mi compañero y yo, y la verdad es que la embergadura del abandono hacia encoger las tripas.
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