Si revisamos bien su historia, no hay nada de ello realmente documentado, pero sí sabemos que fue y sigue siendo un edificio imponente agazapado entre árboles, convertido hoy en día en una carcasa vacía de la que aún conserva parte de su dignidad.
Adquirida en 1886 por una adinerada familia, durante la década de 1890-1900 fue ampliada y reformada a su gusto, añadiendo a su estructura original multitud de detalles, sabemos también que la propietaria, Doña Victoria, era amante del arte y que tenía una amplia colección de piezas de cerámica, pintura o dibujo.
También eran amantes de la naturaleza y la jardinería, que los llevaría a construir unos enormes y ostentosos jardines donde había incluso un par de lagos para dar paseos en barca.
En 1918 falleció la propietaria, y cuatro años mas tarde su marido, dejando las propiedades a sus dos hijas, hasta que no sabemos la razón, en 1943 la finca fue adquirida por otra persona y a partir de ese momento, cambió de manos hasta quedar en total abandono a principios de los años 80.
En este reportaje quiero mostrados las fotos que saqué actualmente, así como una serie de fotos que fueron tomadas en una visita que hicieron en ella mis padres, ya aficionados a fotografiar casas abandonadas, en el año 1981. Por esa época, la villa ya deshabitada, estaba aun medio amueblada, con sus lámparas de hierro forjado, su gran chimenea adornada con dos figuras humanas, así como un sorprendente trono en una sala adecuada para que el amo recibiera a sus trabajadores cual rey. Durante unos años la custodiaron una gente que vivían en la casita anexa hasta que éstos también se fueron y ya quedó en total abandono.
Fotos de 1981:
La verja, actualmente desaparecida, ha sido sustituida por gran cantidad de zarzas
Esa era la parte posterior de la casa, ya por entonces en muy mal estado. Hoy en día apenas quedan unas runa inapreciables
A pesar del mal estado de las fotos y la poca definición que ya tenían de por sí, en esa se aprecia la bonita chimenea que a día de hoy se encuentra hundida entre la maleza y los derribos
Las vistas desde la parte superior tenían que ser espectaculares, realmente hubiera deseado poder verlas!